Llegamos a la Clínica y empezamos
con la eco de rutina. Hoy es el décimo día de mi tercera FIV. Llevo nueve
noches de pinchazos. Y me huelo que esto se acaba. Doc me lo confirma: “seis
folículos de buen tamaño en el ovario izquierdo y alguno más que se podrá
aprovechar en el derecho” mi lado malo, al que le cuesta arrancar… Pienso que no
está nada mal y en eso voy pensando mientras me hacen la última analítica:
estradiol y progesterona. La enfermera me cuenta que esta noche debo inyectarme
el Ovitrelle y el sábado, punción. Me tiemblan las piernas pero se me escapa la
risa tonta de la emoción. Tengo un buen presentimiento, aunque anoche me mareé
y llevo días con un dolor de pechos insoportable. Pienso que es normal y estoy
contenta. Estamos contentos. Doc nos promete que él mismo hará la punción “aunque
sea en sábado, no me lo pierdo!”. Y nos reímos.
Y así estamos, ilusionados,
pensando que por fin todo parece ir bien… cuando suena mi teléfono y veo el número
de la Clínica
- Hola, eres Alba?
- Sí, soy yo…
- Te llamo de la Clínica para
saber si ya has comprado el Ovitrelle.
- Pues no, aún no…
- Ah… mmm… pues, mejor, porque
vamos a cambiarlo
- ¿Porqué? ¿Algo va mal?
(empiezan a sudarme las manos)
- Mmm… noo!! Tranquila… esta todo
bien…
En ese momento escucho la voz de
Doc algo enfadado: “¿Como que todo está bien? No, no está bien!” Y le quita el
teléfono de las manos a la pobre enfermera y me dice:
- Hola Alba, a ver, no te asustes…
- (yo ya estoy asustada…)
- Resulta que tienes la
progesterona por las nubes, a 2,1 cuando el límite para hacer la transferencia
es de 1,5. Así que en vez de Ovitrelle te voy a recetar Decapetyl, para que
después de la punción te baje la regla enseguida, y a la siguiente, en
noviembre, transferencia de congelados.
- (Os juro que llegados a ese
punto yo ya me había perdido…) Pero… ¿no hay transferencia?
- No, pero no te preocupes. No es
nada grave. Lo hacemos muy a menudo. Se ve que el ovario derecho nos ha descompensado
un poco las hormonas… pero ya verás: en noviembre haremos un ciclo natural, sin
medicación e implantaremos los mejores. Por cierto ¿te encuentras bien?
Entonces recuerdo los vómitos de
ayer, el dolor exagerado en los pechos, la tristeza insoportable de los últimos
días a pesar de los esfuerzos por estar animada… y se lo cuento. Y todo encaja.
“Como no vas a estar mal, mi niña! Si tienes las hormonas del revés!”. Y aunque
sea lo menos importante (o quizás no) yo me consuelo pensando que por una vez
hay un porqué. Que en toda esta locura, algo tiene sentido. Y lloro de
impotencia.
Sé que es sólo una piedra en el
camino. Que es una buena noticia que Doc decidiera controlar mi progesterona. Que
estoy en buenas manos. Pero a veces me gustaría que todo
fuera más sencillo. Solo eso… solo a veces. Un poquito más fácil.
Pd.- En resumen: sábado punción,
fecundación y al cabo de tres días se congelaran los mejores embriones. Cruzad
los dedos, que algo salga bien!!