Escucho esta canción mientras intento escribir. Mientras
busco las palabras.
Bandera blanca. En mi corazón ondea una bandera blanca como
símbolo de esta tregua, que no rendición. Y sonrío. Como sonrío últimamente.
Miro las fotos de nuestro último viaje y casi reconozco a la chica que era. Esa
sonrisa limpia. Esos ojos brillantes.
Sigo aquí, y casi vuelvo a ser yo. Vuelvo a quedar con
amigas, firmo un contrato de trabajo mejor, encontramos una perrita recién
nacida en una caja de cartón. Y aunque es una locura nos la quedamos, le damos
biberones cada 4 horas… y aunque casi sea un milagro, ella crece. Y abre los
ojos. Y empieza a jugar… y entonces las cosas empiezan a ir bien. Muy bien.
Realmente bien. Él decide que debe llamarse “Sort” (Suerte). La miramos y estamos de
acuerdo, es un nombre bonito. Nuestro talismán...
Y mientras escucho esta canción e intento escribir algo,
Sort me muerde los pies. Mi perro, mi gran compañero, intenta jugar con ella.
Y todo está en equilibrio, hasta el calor insoportable de un verano que parece
eterno. De vez en cuando pensamos en Doc, en la Clínica, en las cuatro
posibilidades que allí no esperan. Lo hacemos sin angustia. Sin prisas. Quizás
en septiembre…
Pd.- Os sigo leyendo en silencio… vuestras luchas y vuestros
embarazos. Me alegro de corazón por las que estáis a punto de conseguirlo. Yo
intento volver a ser yo… y eso me mantiene algo alejada. Espero que podáis
entenderlo. Quizás en septiembre…